El asma en el colegio es una enfermad crónica muy frecuente. No en vano esta condición es una de las más frecuentes en la infancia con una prevalencia que varía entre el 1 y el 18%. Por ello es una enfermedad muy habitual en la asistencia de los gabinetes médicos escolares.
¿Cómo detectar el asma en el colegio?
El asma está caracterizada por la inflamación de los bronquios, así como por su excesiva reacción frente a estímulos externos o endógenos.
Existen una serie de circunstancias que nos pueden hacer pensar que un niño tiene asma, que son conocidas por el personal sanitario de los centros y debe conocer también el personal docente y es importante detectarlo ya que su diagnóstico temprano, influye claramente en el pronóstico de la enfermedad. Así, si un niño presenta:
- catarros de repetición que duran más de lo habitual o que acaban bajando al pecho
- si suceden después de estar expuestos a animales, al humo del tabaco o a perfumes,
- si le ocurre de forma estacional,
- si suele escucharse pitos o tiene episodios de tos incoercible especialmente durante la noche,
En todos estos casos, hay que pensar en estudiar el posible diagnóstico. Una vez diagnosticada, hay que tener en cuenta que los cuatro pilares para su adecuado control son:
- Educación del paciente. En cuanto al asma en el colegio, también al entorno cercano al niño.
- Control de los desencadenantes del asma.
- Control de los cambios en los síntomas o la función pulmonar.
- La terapia farmacológica.

¿Cómo abordar un ataque de asma en el colegio?
1. Identificar la crisis de asma en el colegio
Hablamos de crisis asmática cuando se produce una obstrucción, reversible, al flujo de aire que puede ser de una intensidad y de una duración variable, es decir, durante un tiempo variable, el niño no cuenta con el suficiente aire para respirar de forma adecuada. Estas han de clasificarse según su gravedad:

Sospecharemos que estamos ante una crisis de asma en el colegio por la historia clínica, cuando el paciente o sus padres nos cuente aumento de tos, autoescucha de sibilancias, sensación de falta de aire… Habrá que preguntar por posibles desencadenantes como son:
- los cambios recientes en la medicación,
- el incumplimiento de la misma,
- el abuso de broncodilatarores,
- el uso de fármacos sensibilizantes como son la aspirina o los AINEs,
- o bien infecciones respiratorias recientes,
- abuso de ejercicio físico,
- cambios en el hábitat…
En la exploración física se deben obtener las constantes, especialmente la saturación y la frecuencia cardíaca, se debe auscultar los campos pulmonares y, si se puede, se debe conocer el flujo máximo espiratorio (peak flow) y compararlo con el mejor basal del paciente o bien con el estándar para su edad y su sexo.

2. Tratar la crisis y derivar si es preciso
Una vez identificada la crisis, tratamos de dar soporte en la enfermería escolar con las medidas iniciales antes de derivar a un centro médico donde después de realizar pruebas complementarias continuaran con medidas específicas si el niño así lo requiere. Dentro de estas medidas se encuentran:
- Oxigenoterapia, si se puede con mascarilla para lograr una SatO2 > del 92%
- Uso de broncodilatadores Beta2 agonistas (salbutamol): 2-4 inhalaciones cada 20 minutos durante la primera hora
- Según la gravedad se puede añadir otros broncodilatadores así como cortiocoides.
La necesidad de un soporte ventilatorio mayor y de ingreso se determinará en el hospital, pero sin duda primero evitar una crisis y después identificarla y tratarla de forma temprana es lo que va a marcar el buen pronóstico de la misma.
¿Necesitas servicios sanitarios para tu centro?
Si necesitas médicos o enfermeras en tu centro, puedes consultarnos a través del siguiente botón.