¿Es tan útil una enfermera en una escuela infantil?

Una enfermera en una escuela infantil marca la diferencia, cuidando de la salud de los pequeños. Te contamos hasta qué punto es importante.

Las razones para contar con una enfermera en una escuela infantil son muchas y muy variadas. El día a día de estos centros implica muchas horas en las que los pequeños pueden requerir de atención sanitaria que éstas pueden facilitar. Desde la administración de medicamentos o  la solución de incidencias diarias hasta realizar un correcto cribado de las patologías indicando cuándo es necesario derivar y cuándo no.

5 Razones por las que hace falta una enfermera en una escuela infantil

1. Administrar y custodiar la medicación

A lo largo de un curso escolar, es muy habitual que los alumnos de una escuela infantil requieran de la atención de un servicio de enfermería. De la misma forma en la que en un colegio, la enfermería escolar es el lugar donde la medicación debe administrarse y guardarse cada día. 

Pero no basta con tener los medicamentos a buen recaudo, es necesario que sean administrados por un profesional para garantizar la seguridad del acto médico. Así, la enfermera escolar custodiará la medicación pertinente y la dará a los alumnos según la pauta indicada a la hora precisa. Ejemplos de medicación: analgésicos, antibióticos, inhaladores, insulina, etc.

2. La enfermera en una escuela infantil identifica problemas de salud

La presencia de una enfermera escolar en una escuela infantil, de la misma manera que lo hace la presencia de un médico escolar, disminuye el tiempo de detección de enfermedades. Su experiencia clínica y seguimiento de los alumnos permite detectar con rapidez problemas de salud. Y es por todos sabido que una detección temprana es en muchos casos clave para evitar complicaciones. Asimismo, su presencia animará a padres y profesores a consultar y contrastar sospechas, mejorando la atención general del alumnado.

3. Resolver episodios agudos de diferente gravedad

En una escuela infantil es inevitable que ocurran accidentes. La mayoría serán de carácter leve y fácilmente solucionables; pero también ocurren situaciones de más intensidad. Tanto para atender las primeras como las segundas, es clave la figura de la enfermera en una escuela infantil.

Heridas, golpes, vómitos, alergias, ataques de asma, hipoglucemias, mareos, etc. Todo ello puede ocurrir en horario de la escuela infantil y para todos esos casos, idealmente debería actuar un profesional. Así la salud de los alumnos será cuidada de la mejor forma posible en cada caso.

Enfermera en una escuela infantil

4. Atención a alumnado crónico

Son muchos los alumnos que presentan patología crónica, destacando las alergias y la diabetes como las más habituales. Para todas estas situaciones, la presencia de una enfermera en la escuela infantil resulta clave. Entre sus servicios encontramos la dispensación de medicación, pero también el juicio clínico de las necesidades del paciente crónico en cada momento. Esto es de especial relevancia en el caso de la diabetes (más en estas edades tan precoces).

5. Educación para la salud

Entre otra de las funciones de la enfermera en una escuela infantil, es importante recordar la educación para la salud. Educar en aspectos básicos de salud y en cuestiones como la respuesta a emergencias a los más pequeños es útil y recomendable. Y en este aspecto, el papel de la enfermera es clave. Con su formación adaptada para que puedan entenderla en los distintos niveles, mejorará la salud de cada alumno y, en consecuencia, la salud de los hogares adscritos al centro.

Y hasta aquí esta breve relación de ventajas de contar con una enfermera en la escuela infantil. ¿Las conocías todas? Confiamos en que te haya resultado útil. Si ha sido así, no olvides compartirlo. Gracias.

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