Golpe de calor en el niño: ¿cómo actuar?

La exposición a altas temperaturas puede resultar en un golpe de calor en el niño. El aumento de la temperatura corporal debe controlarse para evitar problemas mayores.

El golpe de calor en el niño (y en el adulto) es una urgencia médica. Por ello, si sucede en el centro escolar se debe acudir al gabinete médico o avisar al personal sanitario del centro. En cualquier caso, se debe actuar con rapidez para impedir que el cuadro avance y conlleve consecuencias potencialmente graves.

Esta situación se produce como resultado de una larga exposición al calor, que traerá consigo una deshidratación y pérdida de sales, alterando así la regulación térmica normal. Por ello, es especialmente importante vigilar la exposición a altas temperaturas de ancianos y niños (sobre todo en menores de cuatro años), por su rápida tendencia a la deshidratación.

¿Cómo detectar el golpe de calor en el niño?

Existen múltiples signos y síntomas a los que hay que prestar atención para diagnosticar esta patología. Por supuesto, resultará de importancia clave la historia clínica, que es la que orientará la sospecha. En verano y situaciones de calor, encontrar cualquiera de los siguientes síntomas debe hacernos pensar en golpe de calor en el niño:

1. Fiebre superior a 40ºC

En general, se debe sospechar en todo aumento de la temperatura corporal, para evitar que dé fiebre alta. Sin embargo, la aparición de fiebre superior a 40ºC debe ponernos en alerta.

2. Debilidad y fatiga

Especialmente en jornadas muy calurosas o en situaciones de exposición al sol. La debilidad y fatiga son signos que pueden indicar un golpe de calor en el niño.

3. Mareos, cefalea y vómitos

Se trata de síntomas habituales en el golpe de calor. Por ello, si el niño está especialmente irritable o muestra síntomas o se queja de mareo, es importante sospechar esta patología y actuar en consecuencia.

4. Otros síntomas: respiración superficial y rápida o taquicardia

Golpe de calor en el niño

¿Cómo actuar ante el golpe de calor en el niño?

1. Trasladar a un lugar fresco

Se trata de síntomas habituales en el golpe de calor. Por ello, si el niño está especialmente irritable o muestra síntomas o se queja de mareo, es importante sospechar esta patología y actuar en consecuencia.

2. Quitar la ropa

Especialmente si se trata de ropa ajustada o inadecuada para el lugar o la temperatura. Recomendamos desabrochar y quitar directamente las prendas.

3. Rehidratar con paños húmedos, agua y bebidas isotónicas

Se deben colocar paños húmedos en cuello, nuca, pecho y cabeza, con el fin de disminuir la temperatura corporal por conducción. Asimismo, si es posible, dar agua o bebidas isotónicas. Todo ello en el ambiente fresco previamente mencionado.

4. Avisar a urgencias si es preciso

Si el golpe de calor ha progresado y el paciente está inconsciente se debe avisar al 112 o llevarlo lo antes posible a un centro médico para que puedan atenderle. 

El golpe de calor en el niño es una urgencia médica. Lo recomendable es una correcta educación en la salud tanto para adultos como para niños que permita evitar estas situaciones en la medida de lo posible. 

En esencia, se trata de llevar ropa adecuada –lo que incluye gorras o sombreros– estar correctamente hidratados y evitar largos periodos al sol sin rehidratar. Pero, en el caso de que todo esto falle, confiamos en haberte orientado acerca del cómo actuar ante esta patología. Si ha sido así, ¡no olvides compartir!

¿Necesitas servicios sanitarios para tu centro?

Si necesitas médicos o enfermeras en tu centro, puedes consultarnos a través del siguiente botón.